Presidió Miguel Díaz-Canel, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, el Consejo Nacional de la Uneac que discutió la importancia del trabajo cultural comunitario en la sociedad cubana actual
José Luis Estrada Betancourt
13 de Mayo del 2016 0:04:33 CDT
El enaltecimiento de la espiritualidad, los sentimientos, las emociones y las ideas de nuestra gente tiene que marchar aparejado con las transformaciones económicas que se desarrollan en el país. Es la única manera de que el socialismo sea más viable.
Así lo afirmó este jueves Miguel Díaz-Canel, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, al cerrar el debate que se produjo en el teatro de la Biblioteca Nacional José Martí, como parte del Consejo Nacional de la Uneac que discutió la importancia del trabajo cultural comunitario en la sociedad cubana actual.
Justo allí en la comunidad, donde están nuestras esencias, debemos hacer avanzar la economía, potenciar en esa búsqueda de mayor justicia social que siempre queremos, lo que les dará más confianza a las personas, también porque podrán enfrentar su existencia con mayor cultura, conocimientos, decencia, compromiso, respeto, responsabilidad.
Por eso es vital fomentar el desarrollo local, sustentado en las raíces históricas, en nuestras tradiciones y cultura, para que seamos mejores seres humanos. Máxime cuando se nos intenta imponer una plataforma de restauración capitalista y neoliberal, cuyo interés primordial sigue siendo debilitar la unidad del pueblo y aplastar la Revolución cubana, enfatizó el alto dirigente.
Varias de las personalidades integrantes del Consejo Nacional de la Uneac manifestaron la necesidad de retomar en las distintas escuelas y centros del Ministerio de educación las clases dedicadas al conocimiento de los atributos y emblemas nacionales, como una forma de preservar la memoria patria y salvaguardar la identidad de la nación cubana.
De ahí también la significación de que permanezcamos atentos para enfrentar todo aquello que denigre lo cubano. A ello instó el escritor Abel Prieto, asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros. «La vigilancia cualitativa es fundamental en momentos en que el trabajo cultural comunitario se contamina de banalidad, de palabras tecnocráticas, de vulgaridad. Debemos estar atentos para que no se desvirtúe la política cultural de la Revolución», insistió.
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