J.J Nieves Economía y negocios
En los próximos doce meses los cubanos no experimentarán un “salto espectacular” en sus vidas, aunque, sin notarlo, estarán participando en verdaderos cambios dentro de la economía del país.
Lo cree Eduardo López Bastida, o Kutén, como le conocen en la Universidad de Cienfuegos, un “economista por convicción” que comenzó su carrera como ingeniero químico, se hizo doctor en esa materia, realizó una maestría en energía y medio ambiente y otra en manejo integrado de zonas costeras. Un día le gustó la economía y se fue a vivir de ella, para defender la otra cara de esa moneda: la que se preocupa el medio ambiente y la igualdad social.
“Gracias a la economía con enfoque ambiental es que veo la explicación a las percepciones de la gente sobre lentitud en los cambios que vivimos. Estamos en un proceso que no solo habla de cambios económicos, sino que trata al mismo tiempo de preservar la equidad social y cuidar la naturaleza. Transformarse guardando el equilibrio en esos tres elementos toma más tiempo que introducir leyes de mercado puro y duro”, opina.
Y pudiera tener razón si miramos a China, con su medio natural contaminado y sus grandes deudas sociales.
Para Kutén los errores propios del socialismo soviético y del marxismo clásico fueron copiados en Cuba y deben ser superados todavía. “El principal error fue que quisimos hacer un socialismo en la distribución y no en la producción. Pero si tú no produces, ¿qué vas a distribuir?”, afirma, mientras suenan, constantes y sonantes tras esa afirmación, los más de 300 millones de dólares dejados de exportar en este 2013, por incumplimientos en la manufactura nacional.
Para ilustrar sus apreciaciones, López Bastida recurre con frecuencia al Producto Interno Bruto (PIB). El PIB de Cuba se sostiene en un 70 % de los servicios (turismo, colaboradores internacionales y ETECSA) lo cual vuelve a su economía muy vulnerable de los vaivenes del resto del mundo.
En la mañana del treinta de diciembre este profesor hace una pausa en la preparación de un artículo sobre la espiritualidad laica y los dones en el siglo XXI, con el cual quiere volver a participar en el concurso Pensar a Contracorriente, del cual fue ganador en el año 2012. Volvemos a hablar de economía.
En sus marcas, listos….
López Bastida aprecia como una lógica consecuencia de la transformación en marcha el rápido y creativo crecimiento que han experimentado las microempresas privadas (como prefiere llamar a los trabajadores por cuenta propia).
Al lograrlo evidencian todavía más la recurrente lentitud que muestra el empresariado estatal y su tremenda falta de autonomía para tomar decisiones, una realidad que el investigador espera que comience a cambiar a medida que avancen experimentos por aplicar desde este 2014, gracias a los cuales los gerentes y sus consejos de dirección podrán invertir parte de sus ganancias en lo que estimen oportuno, sin tener que consultar a sus ministerios o esperar por el de Economía para obtener ingresos con algún recurso que tengan detenido.
El escenario productivo del país es para Kutén como una pista de atletismo. “El estado es el velocista jamaicano Usain Bolt. Los cuentapropistas, cooperativas y empresas mixtas son otros corredores. Si Bolt no se prepara, los otros corredores le ganan. ¿Cuál es la idea? Que a Bolt, como empresa estatal, le den las condiciones suficientes para que sea, siempre, el puntero de la carrera.”
Y para reafirmar la necesidad de soltarle las amarras a “Bolt”, recuerda que cálculos fiables estiman en dos mil millones de dólares las remesas familiares que entran al año al país, de las cuales un 60% va destinado a fomentar pequeños negocios independientes.
El “suplemento dietético” del corredor estatal sería la inversión extranjera, opina el investigador. “Es fundamental porque para que un país florezca debe dedicar el 25% de su PIB a las inversiones en infraestructura (teléfonos, carreteras, internet) y nosotros dedicamos apenas el 9 %”.
Una fuente de divisa fresca debería ser la zona económica del Mariel. “Hay quien está comparando la apertura en el Mariel con el momento en que miles de colonos franceses emigraron a la zona oriental de Cuba huyéndole a la Revolución Haitiana. De un golpe la isla recibió inversión y talento, y eso esperan muchos ahora del puerto norteño”, señala el académico.
De todas formas, confirma, es pronto para crearse demasiadas esperanzas y tal como ha dicho el presidente Raúl Castro, Cuba debe diversificar sus fuentes de ingreso, pues no es de esperar que el puerto del Mariel sea como una mano de Midas milagrosa que de un toque nos vuelva ricos.
“Vendiendo croquetas en una esquina no se desarrolla un país.”
El imaginario social cubano ha colocado al pequeño emprendedor privado como un paradigma de potencial éxito casi instantáneo. La realidad va poniendo las cosas en su lugar, pues aunque cada vez se aproxima más al medio millón de personas la cifra de trabajadores por cuenta propia activos, también se cuentan por miles el número de quienes han entregado las licencias.
Ocurre también que la ley tributaria estrenada en 2013 llega a su primer aniversario “sacando uñas”. Cientos de propietarios discuten (incluso en tribunales) los montos que en miles de pesos le considera la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) como ingresos dejados de declarar, sin que ningún inspector haya estudiado presencialmente los comportamientos comerciales de los negocios.
Para el economista cienfueguero, el camino del desarrollo no está en la pequeña propiedad privada, sino en la unión de varios tipos de propiedad. “Vendiendo croquetas en una esquina no se desarrolla un país, sino también con actividades más complejas que no tiene por qué estar en manos de una administración estatal. Ahí es donde veo el escenario más propicio para las cooperativas no agropecuarias, las cuales crecerán notablemente en 2014 y 2015”, asegura.
Para argumentarse recuerda los dos incentivos decididos por el gobierno para impulsar esta forma de gestión: la disminución a la mitad de la carga tributaria que deben pagar las cooperativas con respecto a los independientes y un acceso prioritario de los primeros al mercado mayorista. En el año que comienzan ya estarán en práctica.
También seguirá marchando la publicitada unificación monetaria, aunque durante los próximos 365 días ese será un asunto en construcción, opina el doctor. “Ni siquiera en el 2015 veo que esté solucionado el problema en la esfera pública, lo que la población ve. Primero deberán resolverse las distorsiones que provoca el cambio de 1 por 1 usado por el sector empresarial para luego actuar sobre el 1 es a 25 de CADECA. Eso sí, creo que la población será beneficiaria indirecta del aumento de la eficiencia en las empresas que apliquen el ajuste.”
Los pasos comenzados y los más importantes por venir generarán, según Kutén, algunas percepciones de mejoría en la calidad de vida; “pero, vamos a ser reales, con un crecimiento de 2,2 % en el PIB, como se está anunciando, no creo que aumente notablemente nada, pues para ver un verdadero impacto necesitamos un crecimiento entre un 6 y un 8 %”.
Una de esas esferas donde no mejora la calidad de vida es la vinculada con la alimentación, dependiente de una agricultura que no acaba de despegar. “Apenas este año ocupó el 2,2 % del PIB, cuando para mostrar un verdadero impacto debería ocupar el 10. Falta promover más incentivos, liberar más las fuerzas productivas; aunque creo que también debe apelarse a la conciencia de los campesinos, para que cumplan los compromisos con el Estado, porque muchos en lo que están pensando es en salir ellos solos del período especial”, expresa el profesor.
Tales prácticas colorean también un panorama contradictorio que refleja a Cuba en las horas previas al 2014. En la economía, donde se decide el futuro de un modelo todavía en conceptualización, vendrán cambios “gordos”, cree Kutén, y tendrá todo un año para ser confirmado o refutado.
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