La Habana, 3 abr.- Con una conferencia sobre el buen vivir y un encuentro de la Alegremia comenzó en esta capital el Festival de la Madre Tierra, que con múltiples propuestas se extenderá hasta el próximo 17 de Mayo y llegará a varias provincias cubanas.
“El buen vivir –Utz’ K’aslemal, en maya; Suna Qamana, en la lengua del pueblo aymara de Bolivia; Sumak Kawsay, según el pueblo quechua-, es el sistema de vida equilibrado y armonioso de los seres vivos con la Madre Naturaleza y el Universo”, explicó en la apertura Juan León, embajador de Guatemala en Cuba.
Esta cosmovisión, que comparten muchos pueblos originarios americanos, tiene como objetivo central trabajar en la búsqueda del bien del otro y uno mismo, para sustituir el sufrimiento de cualquier forma por el gozo y la felicidad, lo más completa posible.
León, ante un público conformado por representantes del cuerpo diplomático de la región acreditado en Cuba y personas de diferentes edades y profesiones que propugna la relación armoniosa con el ambiente, explicó que entre las esencias del Utz’ K’aslemal están vivir en toda su plenitud, en armonía con uno mismo y desarrollar integralmente todos los aspectos.
En la actualidad, muchos de estos preceptos son entorpecidos por en el escenario global por algunos países que quieren imponer su pensamiento sin respetar la diversidad de pensamiento y las practicas adversas al entorno de las transnacionales, ejemplificó el funcionario en la inauguración, el 1 de abril.
León enfatizó que estos principios atañen no solo a los Estados y las instituciones, sino también a las actitudes individuales de las personas. Incluyen desde la felicidad, la tranquilidad, el servicio, la utilidad y hasta la satisfacción, amplió.
Entre las primeras actividades de la edición 2015 estuvo el Festival de la Alegremia, que incluyó conferencias sobre la respiración correcta y la importancia del agua; exposiciones de fotos y figuras de dioses mayas de la escultora cubana Thelvia Marín, y un laberinto para que las personas transiten hasta el centro a pedir un deseo para la Madre Tierra.
Según Marta Pérez, del Grupo de la Alegremia, este concepto se refiere a la alegría que circula por la sangre, algo olvidado pues generalmente se tienen en cuenta valores cuantitativos de la medicina como anemia.
Esta idea trata de incorporar la máxima de que lo supremo es la salud y esta incluye la felicidad, detalló.
“Para estar feliz hay varios instrumentos que deben medirse y enseñarse, por tanto la alegremia es un proyecto educativo ambiental, que invita a estudiar y procurar la salud desde seis A: aire, agua, alimento, albergue (desde nuestros propios cuerpos hasta las casas y la Tierra); arte ecológico; y amor, referido a las buenas relaciones entre todos y la paz”, profundizó Pérez.
Solo cuando hay equilibrio entre estos elementos y sentimientos, puntualizó, hay equilibrio entre los ecosistemas y pueden entonces las personas estar sanas y felices.
Las y los seguidores de Cuba hicieron un aporte a la alegremia latinoamericana. Colocaron una séptima A, de alma, que se refiere a la conservación, rescate y presencia de las cosmovisiones originarias, cercanas al buen vivir.
El Grupo de la Alegremia, compuesto por voluntarios y voluntarias, sigue los principios de un movimiento nacido en Argentina. Está integrado por personas diversas: licenciados en farmacia, bioquímicos, geólogos, escultores y artistas, entre otros.
“Es una manera comunitaria, popular y espontánea de agruparse para conversar acerca de cómo estar más saludables o tener más alegremia. Aprender a vivir en comunidad cooperativa y una nueva forma de vida ha ido transformándonos como personas”, indicó Pérez.
El Festival de la Madre Tierra, que llegará a territorios como la Isla de la Juventud, La Habana, Villa Clara y Camagüey, entre otras provincias, es una iniciativa del grupo musical ecologista Cubanos en la Red, cuyo objetivo es propiciar un espacio de intercambio socio cultural, inclusivo y participativo, en función de lograr la convivencia armónica con el planeta. (2015)
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