Por Fidel Rendón Matienzo
La Habana, 19 nov (AIN) Desde el surgimiento en julio último de las primeras cooperativas no agropecuarias en Cuba, suman 161 las aprobadas por el Consejo de Ministros para la capital, donde, en opinión de sus autoridades, son satisfactorios los resultados preliminares del experimento.
Al decir de Liliana Ezquerra, vicepresidenta del Consejo de la Administración Provincial (CAP), 99 de ellas tienen al gobierno como su órgano de relación, mientras 38 al Ministerio de la Construcción, seis al de Industrias, cinco al de Turismo, cuatro al de Transporte, y tres a la Oficina del Historiador de la Ciudad, entre otros.
Dentro de estos sectores, las creadas están asociadas a la comercialización de productos agropecuarios, la gastronomía, la transportación de pasajeros, la chapistería y pintura de vehículos, la construcción y reparación de inmuebles, el arreglo de equipos electrodomésticos, los servicios de peluquería y de lavado de ropa, por citar algunos.
En recorridos hemos constatado que los cooperativistas se sienten contentos, y como fruto de su gestión son bien remunerados, ha mejorado la calidad de los servicios, hay una presencia más estable de los productos en los mercados, mayor variedad y selección, lo cual evita pérdidas y el abarrote de mercancías, al comprarse sola la que se es capaz de vender, acotó.
Ezquerra destacó que al entrar en funcionamiento dos cooperativas con los taxis ruteros arrendados por el Estado, en la capital se incrementó el número de pasajeros transportados, incluso a un precio menor que el de los trabajadores por cuenta propia conocidos como boteros.
Ante los delegados de la Asamblea Provincial del Poder Popular, celebrada recientemente, Martín José Betancourt, presidente de una de ellas, en La Lisa, y Marcelo González, al frente de una dedicada a chapistería, tapicería y pintura de autos, en 10 de Octubre, afirmaron que la eficiencia se ha revertido en altos ingresos monetarios para sus socios, además de sentirse dueños de cuanto hacen.
Otro resultado significativo ha sido la mejora de la imagen del establecimiento alquilado, ya sea un agromercado, una unidad gastronómica o de servicios, apuntó la vicepresidenta económica del gobierno en La Habana.
Un hecho novedoso para la capital y el país, ocurrido a raíz de la aprobación por el Consejo de Ministros del segundo grupo de cooperativas no agropecuarias, fue el proceso de licitación realizado con dos restaurantes cerrados desde hace años, y en espera de reparación: El Vicki, en Infanta y San Lázaro, y El Jardín, en Línea y C, ambos en el Vedado.
Varias cooperativas optaron por el arrendamiento de estas céntricas unidades, y finalmente la comisión estatal creada al efecto las otorgó a aquellas cuyos proyectos no solo apuntaban a rescatarlas y mejorarlas cuanto antes, sino también en lo social representaban un beneficio a la comunidad o al territorio.
La vicepresidenta del CAP subrayó que no obstante los satisfactorios resultados preliminares ha habido dificultades con los suministros, y siguen siendo elevados los precios de productos y servicios, lo cual, en el caso de la comercialización agropecuaria, comenzará a revertirse poco a poco, con la apertura de un mercado mayorista en diciembre venidero.
Precisamente las cooperativas dedicadas a esa actividad no cuentan aún con transporte para realizar sus compras, y al contratar a cuentapropistas se eleva el costo de las mercancías, y por ende, el precio de venta a la población, mientras las que arrendaron unidades de peluquería y belleza tuvieron limitaciones con algunos insumos y equipos.
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