Por Adalys Pilar Mireles
Pinar del Río, Cuba, 19 nov (PL) En las serranías cubanas, Viñales celebrará sus 14 años como Paisaje Cultural de la Humanidad el próximo mes, en medio de esfuerzos por conservar su arquitectura luego del paso de varios ciclones.
Los huracanes Gustav e Ike (2008) causaron estragos en el fondo habitacional del concurrido poblado de la provincia de Pinar del Río y daños en el entorno circundante, el cual abriga al famoso valle cubierto de mogotes y rocas del período jurásico.
Uno de los retos de expertos y lugareños es reponer en las cubiertas los materiales tradicionales, fundamentalmente la madera y la teja criolla, moldeada con barro cocido, comentó a Prensa Latina la ingeniera Nidia Cabrera, directora de la Oficina Provincial de Monumentos.
Tras los azotes de los meteoros, explicó, fue preciso techar de inmediato los hogares para proteger a los vecinos del lugar, así que se emplearon los recursos disponibles en aquel momento.
Transcurridos varios años el principal desafío consiste en devolver la apariencia cotidiana al pueblo entre cimas y preservar los valores de su arquitectura, que incluye casas de estilo colonial y los típicos bohíos, hechos de madera y guano (hojas de palma).
Tanto el sosegado poblado como su valle resultaron inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial el 1 de diciembre de 1999 debido al concierto hombre-naturaleza, reconocimiento conferido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Como parte de los festejos organizamos conferencias con niños y jóvenes en escuelas y museos del territorio para contribuir al cuidado de su patrimonio material e intangible, el cual atrae las miradas de viajeros de todos los continentes, precisó la especialista.
Previo a la fecha, añadió, se realizan sesiones científicas sobre las reliquias de la zona, considerada la capital del carso insular por la abundancia de grutas, entre las que sobresale Santo Tomás, una de las mayores cavernas del área caribeña y latinoamericana.
Además de las deslumbrantes escenas de parcelas aradas y curiosas elevaciones, la demarcación sorprende por sus yacimientos paleontológicos y el hallazgo de fósiles como los ammonites, desaparecidos hace unos 75 millones de años.
La palma corcho, una rareza vegetal por su antigüedad, asoma también en las sierras de Viñales, distante 160 kilómetros al oeste de La Habana.
Con el nombre de El valle de la pájara pinta, un concurso de pintura motiva por estos días a estudiantes de ese sitio a recrear las vistas de su tierra rojiza, donde crece durante esta época el tabaco, ancestral cultivo, y plantas comestibles como el boniato y la malanga.
Pinar del Río, Cuba, 19 nov (PL) En las serranías cubanas, Viñales celebrará sus 14 años como Paisaje Cultural de la Humanidad el próximo mes, en medio de esfuerzos por conservar su arquitectura luego del paso de varios ciclones.
Los huracanes Gustav e Ike (2008) causaron estragos en el fondo habitacional del concurrido poblado de la provincia de Pinar del Río y daños en el entorno circundante, el cual abriga al famoso valle cubierto de mogotes y rocas del período jurásico.
Uno de los retos de expertos y lugareños es reponer en las cubiertas los materiales tradicionales, fundamentalmente la madera y la teja criolla, moldeada con barro cocido, comentó a Prensa Latina la ingeniera Nidia Cabrera, directora de la Oficina Provincial de Monumentos.
Tras los azotes de los meteoros, explicó, fue preciso techar de inmediato los hogares para proteger a los vecinos del lugar, así que se emplearon los recursos disponibles en aquel momento.
Transcurridos varios años el principal desafío consiste en devolver la apariencia cotidiana al pueblo entre cimas y preservar los valores de su arquitectura, que incluye casas de estilo colonial y los típicos bohíos, hechos de madera y guano (hojas de palma).
Tanto el sosegado poblado como su valle resultaron inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial el 1 de diciembre de 1999 debido al concierto hombre-naturaleza, reconocimiento conferido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Como parte de los festejos organizamos conferencias con niños y jóvenes en escuelas y museos del territorio para contribuir al cuidado de su patrimonio material e intangible, el cual atrae las miradas de viajeros de todos los continentes, precisó la especialista.
Previo a la fecha, añadió, se realizan sesiones científicas sobre las reliquias de la zona, considerada la capital del carso insular por la abundancia de grutas, entre las que sobresale Santo Tomás, una de las mayores cavernas del área caribeña y latinoamericana.
Además de las deslumbrantes escenas de parcelas aradas y curiosas elevaciones, la demarcación sorprende por sus yacimientos paleontológicos y el hallazgo de fósiles como los ammonites, desaparecidos hace unos 75 millones de años.
La palma corcho, una rareza vegetal por su antigüedad, asoma también en las sierras de Viñales, distante 160 kilómetros al oeste de La Habana.
Con el nombre de El valle de la pájara pinta, un concurso de pintura motiva por estos días a estudiantes de ese sitio a recrear las vistas de su tierra rojiza, donde crece durante esta época el tabaco, ancestral cultivo, y plantas comestibles como el boniato y la malanga.
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