"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

martes, 11 de marzo de 2014

Abrirle paso al azúcar refino

Las 10 industrias refinadoras que tiene el país deben actuar con mayor precisión para obtener mayores volúmenes con más calidad y ahorro de combustible
JUAN VARELA PÉREZ

Es imprescindible para la economía nacional cumplir en cada campaña con la producción de azúcar refino y "engordar" el plan tras abrirle el paso. Lo lamentable es, sin embargo, que en los últimos años no ha ocurrido así. Al cierre de febrero de las 10 plantas en operaciones solo tres marcaban la exigida integralidad que requiere este renglón: el Quintín Banderas, de Villa Clara; Argentina, de Camagüey, y Ecuador, de Ciego de Ávila.

La evaluación de los especialistas de Azcuba destaca en este 2014 la constancia de este trío, en cuanto a los parámetros de eficiencia, calidad y cantidad de lo que producen y el uso del combustible no convencional. La adecuada explotación de la capacidad técnica es otro aspecto sobresaliente.

Un reordenamiento de las refinerías en el país, que buscaba una mayor eficiencia en el proceso, fue lo que llevó al antiguo MINAZ a tomar la decisión de trasladar para el central 30 de Noviembre los equipos del José Martí e instalar en el Mario Muñoz Monroy, las capacidades del Manuel Martínez Prieto.

Debemos consignar que el colectivo del Mario Muñoz recibió con celo tal decisión. Señalaban la falta de experiencia para esa producción y el esfuerzo que debían hacer en el nuevo montaje y puesta en marcha. Sin embargo, sus trabajadores se convencieron de la utilidad de esa decisión, se adiestraron y después de algunos tropiezos iniciales, hoy el Mario Muñoz marcha por otros caminos, aprovecha esa fortaleza y varias veces ha producido 480 toneladas en un día, o sea el máximo de su capacidad de diseño.

Ahora puede afirmarse que el central de Los Arabos, devenido complejo industrial, es un baluarte entre los refinadores de azúcar del país.

En su mayoría, las 10 refinadoras utilizan la biomasa cañera como su combustible primario y unas pocas emplean petróleo a partir de la distancia que media entre ellas y los medios que le suministran combustible adicional. No obstante, los centrales en zafra refinadora se autoabastecen del 110 % de electricidad a partir de la biomasa cañera, influido ese valor por el impresionante 136 % que registra el Quintín Banderas.

No pocos ingenios en la época "pico" de molienda le entregan energía al Sistema Electroenergético Nacional (SEN) y si todos pudieran imitar al Quintín Banderas, el saldo sería más elevado y económico. En casos como estos, urge utilizar la biomasa al máximo mediante una exquisita operación en el ingenio basada en la destreza de quienes laboran en esas sensibles áreas.

El empeño supremo de todos los involucrados en este programa es que cada vez sea menor el petróleo empleado en la gestión del refino por lo que esto representa para reducir los costos, contribuir al SEN, que ninguna de las plantas quede rezagada y se convierta en una carga para las más eficientes.

Las 10 plantas refinadoras existentes en la actualidad son la 30 de Noviembre, Mario Muñoz Monroy, Quintín Banderas, Chiquitico Fabregat, George Washington, Ecuador, Ignacio Agramonte, Argentina, Arquímedes Colina y la Julio Antonio Mella.

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