Desiderio Navarro, director del Centro Teórico Cultural Criterios, llama la atención sobre el uso inescrupuloso de la imagen de la mujer cubana.
La Habana, 29 ene.- Mujeres semidesnudas, en la playa o en poses eróticas, suelen ser el centro de las campañas publicitarias para productos que se comercializan dentro y fuera de Cuba, así como para servicios y destinos turísticos.
Un texto del intelectual cubano Desiderio Navarro, que circula por correo electrónico, critica este tipo de manipulación de la figura femenina que la propone "como objeto sexual" en anuncios de diverso tipo.
Titulado "El nuevo cartel de la Bucanero: ¿es inútil la crítica social ante empresarios, economicistas y econócratas?", el artículo insiste en la falta de vigilancia en este archipiélago caribeño sobre la manera en que las empresas utilizan la imagen de los cubanos como "libidinosos bailadores de salsa", dispuestos siempre a ofrecer favores y aventuras sexuales.
En especial, Navarro destaca la forma en que la mujer mulata se ha convertido en el símbolo más recurrido para anunciar a Cuba como un sitio de placer, en contraposición con la imagen masculina, que por lo general remite al prototipo de turista blanco y adinerado.
Un nuevo diseño de póster de la marca local de cerveza Bucanero motivó la reflexión del director del Centro Teórico-Cultural Criterios, fechada el 22 de enero, no solo porque en él se toma a la mujer mulata y "buena hembra" como gancho, sino por la persistencia del fenómeno discriminatorio y la falta de regulación sobre el mismo.
El ensayista sugiere que no han sido efectivos los pronunciamientos públicos y advertencias de un grupo de intelectuales y artistas cubanos al respecto en distintos espacios de debate.
A propósito, recuerda que en los congresos más recientes de la no gubernamental Unión de Escritores y Artistas, él mismo ha intervenido con argumentos contra este tipo de prácticas que denotan un "economicismo pragmático e inescrupuloso que va en busca de ganancias a cualquier precio moral o cultural o incluso político e ideológico".
En el último cónclave de esta organización, celebrado en 2014, Navarro solicitó apoyo a varios delegados "para exigir que el Estado cubano rompiera todo vínculo comercial con cualquier entidad extranjera que apelara a la sexualidad y la racialidad como gancho para atraer turistas a Cuba y estimular el consumo de éstos una vez en ella".
A pesar de la acogida que tuvo la propuesta durante la cita, el intelectual considera que los reportes de prensa no se hicieron eco de ella.
El editor de la revista Criterios también aludió a los peligros alrededor de un tema tan delicado como este, en momentos en que se espera un mayor arribo de turistas extranjeros como parte del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.
La vinculación de la imagen de la isla caribeña con cuerpos y bailes erotizantes por parte del marketing no es un asunto nuevo. Tiene sus antecedentes en la publicidad realizada antes de 1959, a la que se aplicaban los patrones del anuncio capitalista occidental. (2015)
La Habana, 29 ene.- Mujeres semidesnudas, en la playa o en poses eróticas, suelen ser el centro de las campañas publicitarias para productos que se comercializan dentro y fuera de Cuba, así como para servicios y destinos turísticos.
Un texto del intelectual cubano Desiderio Navarro, que circula por correo electrónico, critica este tipo de manipulación de la figura femenina que la propone "como objeto sexual" en anuncios de diverso tipo.
Titulado "El nuevo cartel de la Bucanero: ¿es inútil la crítica social ante empresarios, economicistas y econócratas?", el artículo insiste en la falta de vigilancia en este archipiélago caribeño sobre la manera en que las empresas utilizan la imagen de los cubanos como "libidinosos bailadores de salsa", dispuestos siempre a ofrecer favores y aventuras sexuales.
En especial, Navarro destaca la forma en que la mujer mulata se ha convertido en el símbolo más recurrido para anunciar a Cuba como un sitio de placer, en contraposición con la imagen masculina, que por lo general remite al prototipo de turista blanco y adinerado.
Un nuevo diseño de póster de la marca local de cerveza Bucanero motivó la reflexión del director del Centro Teórico-Cultural Criterios, fechada el 22 de enero, no solo porque en él se toma a la mujer mulata y "buena hembra" como gancho, sino por la persistencia del fenómeno discriminatorio y la falta de regulación sobre el mismo.
El ensayista sugiere que no han sido efectivos los pronunciamientos públicos y advertencias de un grupo de intelectuales y artistas cubanos al respecto en distintos espacios de debate.
A propósito, recuerda que en los congresos más recientes de la no gubernamental Unión de Escritores y Artistas, él mismo ha intervenido con argumentos contra este tipo de prácticas que denotan un "economicismo pragmático e inescrupuloso que va en busca de ganancias a cualquier precio moral o cultural o incluso político e ideológico".
En el último cónclave de esta organización, celebrado en 2014, Navarro solicitó apoyo a varios delegados "para exigir que el Estado cubano rompiera todo vínculo comercial con cualquier entidad extranjera que apelara a la sexualidad y la racialidad como gancho para atraer turistas a Cuba y estimular el consumo de éstos una vez en ella".
A pesar de la acogida que tuvo la propuesta durante la cita, el intelectual considera que los reportes de prensa no se hicieron eco de ella.
El editor de la revista Criterios también aludió a los peligros alrededor de un tema tan delicado como este, en momentos en que se espera un mayor arribo de turistas extranjeros como parte del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.
La vinculación de la imagen de la isla caribeña con cuerpos y bailes erotizantes por parte del marketing no es un asunto nuevo. Tiene sus antecedentes en la publicidad realizada antes de 1959, a la que se aplicaban los patrones del anuncio capitalista occidental. (2015)
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