Por Waldo Mendiluza,enviado especial
Washington, 30 mar (PL) Delegaciones de Cuba y Estados Unidos crean hoy condiciones para la celebración mañana aquí de un inédito diálogo sobre derechos humanos, enmarcado en el proceso de acercamiento anunciado el 17 de diciembre por los presidentes Raúl Castro y Barack Obama.
Aunque muchos temas están en la agenda paralela a los pasos para normalizar las relaciones diplomáticas y abrir embajadas en las respectivas capitales, este despierta particular interés en ambos países y la comunidad internacional, por tratarse de uno de los más esgrimidos por Washington contra la isla.
Durante décadas, sucesivas administraciones norteamericanas han acusado de violar los derechos humanos a La Habana, que denuncia esa postura de la Casa Blanca como un discurso dirigido a justificar el bloqueo económico, comercial y financiero vigente por más de medio siglo y otras políticas hostiles.
En este contexto, las partes retornarán a la mesa de diálogo en pocas horas, un escenario frecuente en los últimos meses, desde que Raúl Castro y Obama manifestaran en alocuciones simultaneas la decisión de avanzar hacia la normalización de vínculos.
De acuerdo con el subdirector general de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional de la cancillería cubana, Pedro Luis Pedroso, la mayor de las Antillas espera que el encuentro pactado para sentar las bases de las conversaciones sobre derechos humanos transcurra en un entorno constructivo.
El funcionario, quien arribó a esta capital la víspera al frente de la delegación de la isla, también expresó la semana pasada las expectativas de que se desarrollen bajo el pleno respeto a la igualdad soberana, la independencia y la no injerencia en los asuntos internos, consagrado en la Carta de la ONU.
Asimismo, recordó que fue Cuba la que propuso desde julio de 2014 abordar la cuestión de los derechos humanos, pese a las profundas diferencias entre ambos gobiernos en el ámbito de los sistemas políticos, la democracia y el derecho internacional, las cuales no deben impedir el diálogo civilizado.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado Jeff Rathke dijo a periodistas el viernes último que los anfitriones estarán liderados en las pláticas por el secretario de Estado adjunto para los Derechos Humanos, Tom Malinowski.
"El objetivo de la reunión es discutir la estructura y la metodología para futuras conversaciones sobre el tema", precisó.
Rathke consideró el intercambio de criterios de mañana un elemento más del avance del diálogo bilateral, tras citar recientes encuentros relacionados con las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Además; la aviación, la migración legal y ordenada, el correo postal, las áreas marinas protegidas y la hidrografía destacan entre los asuntos de interés común, impulsados por los anuncios del 17 de diciembre.
Desde entonces, Cuba y Estados Unidos han celebrado tres rondas de conversaciones, dos en La Habana y una en Washington, centradas en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas.
Según las partes, las reuniones de los últimos tres meses se han caracterizado por el respeto y el ambiente constructivo, sin dejar de reconocer las profundas diferencias y lo complejo de superar décadas de distanciamiento.
Para Cuba, resulta muy importante que desaparezcan actos hostiles de vieja data, cuya presencia afecta el progreso hacia nexos normales entre vecinos, como el bloqueo, la inclusión de la isla en la lista de promotores del terrorismo y el estímulo a la subversión interna.
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