Por Pablo Soroa Fernández
Guantánamo, 11 ene (AIN) Un debate sobre el viaducto La Farola, una de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana, tendrá lugar hoy en Guantánamo, en coincidencia con el Día del Ingeniero Cubano, instituido el 11 de enero de 1946.
La efeméride rinde homenaje a la memoria del ingeniero Don Francisco de Albear Fernández y Lara, constructor del acueducto que en 1977 un Jurado de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC) incluyó entre las citadas maravillas.
Además de esa magna obra hidráulica y de “La Farola”, merecieron tal designación el puente Bacunayagua, los túneles del Alcantarillado de la Habana y de la Bahía de esa ciudad, la carretera central y el edificio Focsa.
Integrantes de las cuatro sociedades de ingeniería que conforman la UNAICC, centrarán sus análisis de hoy en El viaducto guantanamero, en el deterioro sufrido luego de medio siglo de inaugurado, y las fórmulas para mejorarlo.
Culminado en diciembre de 1965, salvó de su secular incomunicación a Baracoa, Primera Villa Cubana, luego de 20 meses de trabajo ininterrumpido, sin paralizar el tránsito de vehículos y con calidad certificada por la Asociación Panamericana de Carreteras.
Denominada calzada volante, debido a un sistema de vigas postensadas que se apoyan al borde del abismo, durante10 de los 36 kilómetros de la vía, La Farola es el cauce por el que arriban a la Primada alrededor del 80 por ciento de sus abastecimientos, y las personas que la visitan para conocer sus atractivos naturales e históricos.
A esa obra insigne de la ingeniería de esta ínsula caribeña, apelan también los habitantes del segundo municipio más importante de Guantánamo, para trasladarse a la capital, distante más de centenar y medio de kilómetros de la otrora Cenicienta de Oriente.
La efeméride rinde homenaje a la memoria del ingeniero Don Francisco de Albear Fernández y Lara, constructor del acueducto que en 1977 un Jurado de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC) incluyó entre las citadas maravillas.
Además de esa magna obra hidráulica y de “La Farola”, merecieron tal designación el puente Bacunayagua, los túneles del Alcantarillado de la Habana y de la Bahía de esa ciudad, la carretera central y el edificio Focsa.
Integrantes de las cuatro sociedades de ingeniería que conforman la UNAICC, centrarán sus análisis de hoy en El viaducto guantanamero, en el deterioro sufrido luego de medio siglo de inaugurado, y las fórmulas para mejorarlo.
Culminado en diciembre de 1965, salvó de su secular incomunicación a Baracoa, Primera Villa Cubana, luego de 20 meses de trabajo ininterrumpido, sin paralizar el tránsito de vehículos y con calidad certificada por la Asociación Panamericana de Carreteras.
Denominada calzada volante, debido a un sistema de vigas postensadas que se apoyan al borde del abismo, durante10 de los 36 kilómetros de la vía, La Farola es el cauce por el que arriban a la Primada alrededor del 80 por ciento de sus abastecimientos, y las personas que la visitan para conocer sus atractivos naturales e históricos.
A esa obra insigne de la ingeniería de esta ínsula caribeña, apelan también los habitantes del segundo municipio más importante de Guantánamo, para trasladarse a la capital, distante más de centenar y medio de kilómetros de la otrora Cenicienta de Oriente.
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