La Habana, 26 feb (AIN) Ha quedado un gran lamento de guitarra allí donde estuvo Paco de Lucía, amigo de Cuba y una de las figuras del flamenco más connotadas internacionalmente, quien falleció hoy en Cancún, México, víctima de un infarto.
A sus 66 años y con un amplio prestigio mundial, el nacido en Algeciras, Andalucía, se encontraba en plena actividad creativa.
Según publicó la agencia española EFE, en abril de este año debía presentarse al público lo que ahora será su obra póstuma, Canción andaluza, un disco de coplas que atravesaba por sus últimas fases de post producción.
Pero al autor de temas inmortales como Entre dos aguas le quedaron inconclusos proyectos tan llamativos como una colaboración con la orquesta cubana Van Van, según publicó en el diario El País, Javier Limón, su colaborador.
Paco visitó la Isla en octubre de 2013 invitado por su entrañable amigo Leo Brouwer para participar en el Festival de Música de Cámara, en el que ofreció un concierto ante el público de La Habana en un abarrotado teatro Karl Marx, luego de 25 años de ausencia de los escenarios cubanos.
En aquella ocasión el guitarrista declaró a los medios internacionales su intención de residir por un tiempo en la nación caribeña, a la que calificó de interesante y única.
“Ya no hay en el mundo un país como este, dijo Paco, quien fue acompañado en su presentación por grandes protagonistas del flamenco como el bailaor Farruquito, el percusionista Israel Suárez y David Maldonado, entre otros.
Paco sentía un gran respeto por la música cubana que se tradujo en profundas relaciones de amistad con músicos como Brouwer, que lo calificó de genio revolucionario, además de Juan Formell, director de los Van Van y el cantautor Silvio Rodríguez, quienes también han lamentado el fallecimiento del intérprete español.
A los siete años Paco de Lucía comenzó su relación con el flamenco y la guitarra, cuyos misterios aprendió de los maestros Niño Ricardo y Sabicas. Su estilo se caracterizó por la combinación de la vertiente tradicional de este género con ritmos como el jazz, el blues y el rock.
El impacto de su obra contribuyó a una mayor difusión del flamenco, que lo llevó a compartir escenarios con relevantes figuras como Ricardo Modrego, Bryan Adams, Al Di Meola y John McLaughlin.
Junto al cantaor José Monje (Camarón de la Isla) formó uno de los dúos artísticos más importantes de su país, que lo llevó a obtener reconocimientos como un Grammy al mejor álbum flamenco 2004, la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes 1992; y el Príncipe de Asturias, 2004.
A sus 66 años y con un amplio prestigio mundial, el nacido en Algeciras, Andalucía, se encontraba en plena actividad creativa.
Según publicó la agencia española EFE, en abril de este año debía presentarse al público lo que ahora será su obra póstuma, Canción andaluza, un disco de coplas que atravesaba por sus últimas fases de post producción.
Pero al autor de temas inmortales como Entre dos aguas le quedaron inconclusos proyectos tan llamativos como una colaboración con la orquesta cubana Van Van, según publicó en el diario El País, Javier Limón, su colaborador.
Paco visitó la Isla en octubre de 2013 invitado por su entrañable amigo Leo Brouwer para participar en el Festival de Música de Cámara, en el que ofreció un concierto ante el público de La Habana en un abarrotado teatro Karl Marx, luego de 25 años de ausencia de los escenarios cubanos.
En aquella ocasión el guitarrista declaró a los medios internacionales su intención de residir por un tiempo en la nación caribeña, a la que calificó de interesante y única.
“Ya no hay en el mundo un país como este, dijo Paco, quien fue acompañado en su presentación por grandes protagonistas del flamenco como el bailaor Farruquito, el percusionista Israel Suárez y David Maldonado, entre otros.
Paco sentía un gran respeto por la música cubana que se tradujo en profundas relaciones de amistad con músicos como Brouwer, que lo calificó de genio revolucionario, además de Juan Formell, director de los Van Van y el cantautor Silvio Rodríguez, quienes también han lamentado el fallecimiento del intérprete español.
A los siete años Paco de Lucía comenzó su relación con el flamenco y la guitarra, cuyos misterios aprendió de los maestros Niño Ricardo y Sabicas. Su estilo se caracterizó por la combinación de la vertiente tradicional de este género con ritmos como el jazz, el blues y el rock.
El impacto de su obra contribuyó a una mayor difusión del flamenco, que lo llevó a compartir escenarios con relevantes figuras como Ricardo Modrego, Bryan Adams, Al Di Meola y John McLaughlin.
Junto al cantaor José Monje (Camarón de la Isla) formó uno de los dúos artísticos más importantes de su país, que lo llevó a obtener reconocimientos como un Grammy al mejor álbum flamenco 2004, la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes 1992; y el Príncipe de Asturias, 2004.
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